12.8.19

20-18

¿Es positivo o no cuando tienes eventos adversos en una misma temporada? Estamos acostumbrados a entender el dolor como un sentimiento adverso y al que nos resistimos cruzar.

20-18 no me ha dado pausa en entenderme en el dolor, desde enero navego en un flujo constante el dolor en varias de sus faces. Ha sido el temporal más prolongado que me ha tocado cruzar. Una lluvia constante y sin pausas que oscila entre la llovizna leve hasta tormentas eléctricas, lo más importante de esta experiencia es que no me ha dado espacio para decir en esta esquina descanso un poco del temporal, no, sin intervalos, lluvia sin cesar.
No ha parado de llover, pero también, no he parado de navegarlo. A estas alturas ya no estamos hablando de un temporal que libres con un impermeable, botas y paraguas, ya son palabras mayores, tengo un pequeño velero que sigue oscilando en ese mar que se ha vuelto un horizonte interminable.

Recuerdo ese documental que vi donde Laura Dekker  logra embarcarse a dar la vuelta al mundo sola a los 15 años. 518 días de viaje, a sus 16 logra completar la experiencia.
Mientras más años acumulo me sorprenden más las historias de gente más joven que yo que la de la gente a la que me acerco en edad. Como la de Boyan Salt que a los 16 consolidó un proyecto para limpiar el Océano de plástico.

Te asomas a las historias de estos dos y los relaciona su decisión de encarar una realidad que parecía adversa, pero formación y convicción no optaron por aceptar el no, que parecía en sus circunstancias y edad inminente. En sus historias constantemente lees que fueron etiquetados de locos, incluso en la historia de Laura tiene que encarar un juicio para poder cumplir su meta. La constante creo que es la misma, la adversidad y en ambas historias admito que me causa una gran fascinación el tema que las conecta; el mar.

Este año he cruzado por eventos que nunca hubiera elegido, la vida que me he construido ha tenido algunas desviaciones no planeadas pero nada que se asemeje a lo que he pasado este año.

Entiendo al dolor como distintos instantes:
- La ausencia
- El cambio intempestivo de ruta
- La presencia de malestares físicos
- El miedo
- La pérdida

Y en todos esos instantes me veo.


¿Para qué venir a contarlo? Tal vez para leerme, para publicarme y exhibir en este rincón que uso como bitácora de vuelo, mi caja negra.


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