6.4.09

Moleskine-30al05.03/04.09 (Sobre el correo postal)


As a child with oncean eyes
I smiled at a wolrld existing just for me
Without boxes, borders or boundrys I build dreams.
Charly Winston

En una plática de carro con O. y A. me quedé pensando que la interne y el mail ha hecho que esto de extrañar a alguien sea un acto absolutamente romántico mas que práctico. En mi pequeñitud mantuve correspondencia postal cuando tenía como 10/13 años con mis primos de Veracruz y Yucatán. En esa época de mi vida, gracias a algún festejo familiar vinieron a la capital, hubo empatía desde el inicio, superé mi rebozo de megapenosa, no le dí importancia a la distancia y comencé a llevarme con ellos a través de cartas y algun viaje en vacaciones. En ese primer encuentro evidentemente las mamases nos contaron que nos conocíamos desde piojitos, alguna hasta nos embarró en el lóbulo de la humillación una foto de nosotros encueraditos bañándonos por la calors en Veracruz.

Compartí correo postal con N. y J. durante muchos años, guardo varias de sus cartas atadas con un listón. Ahora creo que ya nosiusa eso de mandar cartitas, ya ni en la escuela, ¿o si? Lo que sisuisa es textear, el mesenller hasta cuando te estas sacando mocos en el baño, harto meil cortito y mal escrito, el feisbu, el tuiter, la maispeis si eres muy musical y ps el bló (mi preferido) entre otros, también me gusta mucho, no lo niego... pero me gustaba ese sentimiento romántico que implicaba leer con pausa algo. Un texto que viajaba por avión y llegaba a tus manos con retraso, sentir el papel, decorar la carta o meterle cosas al sobre, seleccionar un timbre postal bonito e ir a palacio de correos a dejar la misiva, aventárla por el buzón y desear mucha suerte para que llegara pronto a las manos de tu cariño. Creo que la única persona que me sigue mandando religiosamente una carta al año es mi abuela, una felicitación por mi cumpleaños que muchas veces ella misma dibuja. Siempre me pone ‘Olgita’, me gusta, nunca la he corregido ni lo haré.

Ahora esos hábitos ñoños de la escritura en papelito están en decadencia y no puedo evitar que se me salga la abuela enojona cuando al hablar con un escuincle quinceañero implique que nunca te vea a la cara porque está texteándose con alguien o viendo como hipnotizado idiota alguna pantalla. Es una comunicación inmediata, rápida y totalmente intrascendente, palabras fáciles que no se almacenan. Supongo que es un choque generacional y a estos pobres les tocó tener tantos medios para comunicarse que olvidan el fin mismo de la acción, 'comunicarse'.

Este Molskine me tiene encantada como experimento, siento que regreso a esa memoria romántica de papel que te hace pensar y guardar recuerdos.
Aparte de las personas de mi familia que están permanentemente lejos ahora también tengo un par de cariños en otros países, ya está en camino la primera carta, me encanta imaginar la expresión que tiene la persona que quiero al leerla, soy una romántica postal de closet.


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